Rezos y Oraciones para el dinero

Gloriosa Santa Juana de Arco , Lleno de compasión, Para los que te invocan, Lleno de amor Para los que sufren, Muy cargado Con el peso de mis problemas, Me arrodillo a tus pies y te ruego humildemente, Para tomar mi necesidad actual, Bajo tu protección especial. [Indique aquí su intención(es)...] Grant para recomendarlo, A la Santísima Virgen María, Y ponlo ante el trono de Jesús. No cesen de interceder por mí, Hasta que mi petición sea concedida. Sobre todo, obténgalo para mí, La gracia de un día, Conocer a Dios cara a cara, Y contigo y con Mary, Y todos los ángeles y santos, Alabadle por toda la eternidad. Oh, poderosa Santa Juana, No dejes que pierda mi alma, Pero obtén para mí la gracia De ganar mi camino al cielo, Por los siglos de los siglos. Amén.

Santa Juana de Arco es la patrona de los soldados y de Francia. El 6 de enero de 1412, Juana de Arco nace de padres piadosos de la clase campesina francesa, en el oscuro pueblo de Domremy, cerca de la provincia de Lorena. A una edad muy temprana, escuchó voces: las de San Miguel, Santa Catalina y Santa Margarita. Al principio los mensajes eran personales y generales. Por fin llegó la orden de coronación. En mayo de 1428, sus voces "de san Miguel, santa Catalina y santa Margarita" le dijeron a Juana que fuera al rey de Francia y le ayudara a reconquistar su reino. Porque en ese tiempo el rey inglés estaba tras el trono de Francia, y el Duque de Borgoña, el principal rival del rey francés, estaba de su lado y engullía cada vez más territorio francés. Después de vencer la oposición de eclesiásticos y cortesanos, la joven de diecisiete años recibió un pequeño ejército con el que levantó el asedio de Orleans el 8 de mayo de 1429. A continuación, disfrutó de una serie de espec...

Por tu poder, Oh Rey de los Cielos, Dar a Juana de Francia El halo y el altar. Repetir Más oraciones para el dinero Un conquistador de la Francia culpable No, ese no es el objeto de su deseo. Sólo Juana es capaz de salvarla. ¡Todos los héroes pesan menos que un mártir! Señor, Juana es Tu espléndida obra, Un corazón de fuego, el alma de un guerrero: Se las diste a la virgen tímida A quien quisiste coronar con laureles. En su humilde prado Juana oyó Voces del Cielo llamándola al combate. Se fue para salvar a su país. El dulce niño comandó el ejército. Se ganó las almas de los orgullosos guerreros El Divino lustre del mensajero del Cielo, Su mirada pura, sus palabras ardientes Pudieron hacer que cejas audaces cayeran..... Por un prodigio único en la historia, La gente entonces vio a un monarca tembloroso Recupera su corona y su gloria Por medio del brazo débil de un niño. No son las victorias de Juana Queremos celebrar este día. Dios mío, conocemos sus ve...